Die Tote Stad por Erich Wolfgang Korngold

El director Pier Luigi Pizzi se inspiró en la novela corta de Georges Rodenbach, "Brujas, La Morte", que narra la extraña y siniestra experiencia de un hombre que, habiendo perdido a su esposa, queda hipnotizado por la atmósfera de la ciudad de Brujas y cree reconocer a su amada en una mujer que recorre las calles. Está tan obsesionado que piensa que puede traer de vuelta el pasado, pero a pesar de la increíble semejanza de las dos mujeres, la sensibilidad única y los sentimientos de su esposa se han ido para siempre. Rodenbach convierte a la ciudad de Brujas en un escenario siniestro y brumoso donde ocurren misteriosos eventos. Los espacios urbanos y la mujer muerta están profundamente vinculados, la ciudad en sí amplifica la muerte al reflejar los sentimientos del personaje principal, su calvario, su incansable búsqueda de un amor imposible.

Erich W. Korngold se conmovió mucho con esta novela y compuso una ópera imbuida de elementos románticos y líricos, que aumentan la sensación de autodestrucción y fatalidad del protagonista, describiendo a través de la música sus repentinos cambios de humor.

La referencia al agua es muy importante ya que refleja los sentimientos de los personajes y la estricta analogía con Venecia. Venecia es el elemento de conexión entre esta producción y la Muerte en Venecia del año pasado por Benjamin Britten. Estos dos títulos están profundamente vinculados y forman un camino único. El agua y la niebla son, por lo tanto, ingredientes esenciales y siempre se repiten en el escenario.

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