Tchaikovsky: El cascanueces

En la víspera de la Navidad, Clara recibe de su tío un curioso regalo: un cascanueces con la forma de un soldado. Durante la noche, Clara se queda dormida y a partir de ese momento una serie de eventos increíbles tendrá lugar: en el salón, los juguetes cobran vida y el cascanueces de Clara se convierte en un maravilloso príncipe. En 1891 Piotr Ilich Tchaikovsky recibió el encargo, por parte del director de los Teatros Imperiales Rusos, de componer el que sería el tercero de sus ballets. La coreografía fue creada por Marius Petipa y Lev Ivanov. El libreto, escrito por Iván Vsévolozhsky y el propio Petipa, surge de una adaptación realizada por Alejandro Dumas del cuento "El cascanueces y el rey de los ratones", de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. Si bien hoy este ballet constituye una obra clásica, que se representa en todas partes del mundo, especialmente hacia fin de año, la obra no logró una popularidad inmediata, sino que recién la obtuvo hacia la década de 1960, impulsado probablemente por la película Fantasía de Walt Disney y más tarde por una versión televisada realizada por George Balanchine. Si bien a partir de entonces se ha registrado una enorme cantidad de versiones, la producción encarada aquí por el Ballet Nacional Checo, a partir de una nueva coreografía de Petr Zuzka, constituye un aporte muy valioso, ciertamente vistoso y renovador, al mismo tiempo que mantiene el espíritu original de la obra.

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