W.A. Mozart: Concierto para violín Nº 2

Leopold Mozart, el padre de Wolfgang Amadeus, era un avezado violinista. Y aunque por lo general solemos asociar a su hijo, en tanto intérprete, con los instrumentos de teclado, la verdad es que el joven Wolfgang también dominaba muy bien la interpretación de este instrumento. Tanto es así que alguna vez Leopold le escribió a su hijo en una carta: "Tú mismo no eres consciente de lo bien que tocas el violín". Y más tarde, en otra correspondencia, insiste: "Si hubieses querido, habrías llegado a ser el mejor violinista de toda Europa". Incluso no habiendo sucedido así, es evidente que Wolfgang Amadeus dominaba la técnica del instrumento de un modo especial, lo cual hace particularmente interesante escuchar los cinco conciertos compuestos por el joven de Salzburgo, a sus diecinieve años de edad, teniendo estas competencias en mente.

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