W.A. Mozart: Concierto para violín Nº 4

Mozart compone sus cinco conciertos para violín en 1775, un año después de haber recibido la negativa de su patrón, el príncipe arzobispo Colloredo, a su pedido de viajar a Viena para darse a conocer y relacionarse con otros músicos. Es razonable pensar que estos cinco conciertos para violín hayan sido compuestos ya teniendo Mozart en mente su futuro y definitivo alejamiento de la corte de Salzburgo. En cualquier caso lo cierto es que los cinco conciertos fueron escritos en un tiempo récord, al parecer entre abril y diciembre de 1775. En comparación con los conciertos para piano, se suele señalar que estos compuestos para el violín tienen un carácter más superficial, pero lo cierto es que en estas obras se ve plasmado el enorme conocimiento que el joven Mozart tenía del gusto melódico de la escuela italiana, y lo aborda con la elegancia propia del estilo galante propio de la época.

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