Edward Elgar: Sonata para violín y piano en Mi menor Op. 82

La Sonata para violín y piano en Mi menor Op. 82 de Edward Elgar nunca alcanzó la reputación de otras obras del compositor, y por ello no es habitual encontrarla en los programas de concierto, aunque sí existen varios registros discográficos recientes. Sin embargo, la obra fue compuesta en 1918, al mismo tiempo que el Cuarteto para cuerdas en Mi menor y el Quinteto con piano en La menor. Estos tres trabajos, de corte introspectivo y melancólico, representan lo más logrado de Elgar en el terreno de la música de cámara.

Organizada en tres movimientos (Allegro risoluto, Romance y Allegro non troppo), el propio Elgar escribió acerca de esta sonata: "Temo que este trabajo no nos llevará más lejos, no hay que esperar en él nada violentamente cromático ni cubista; pero está lleno de sonidos dorados y me gusta". Y en otra carta, dirigida a su confidente Alice Stuart-Wortley, añade: "El primer movimiento es audaz y vigoroso; luego sigue un movimiento curioso y fantástico, con una sección central muy expresiva; una melodía para el violín que, según me han dicho, es tan buena o mejor que cualquier otra cosa que haya escrito. El último movimiento es muy amplio y relajante, como el último de mi segunda sinfonía".

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