Mozart: Requiem
Homenaje a Herbert von Karajan

La magnífica Misa de Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart, que fuera en su hora el canto del cisne del compositor, sirve en este caso para homenajear al gran Herbert von Karajan.
La Orquesta Filarmónica de Berlín le rinde de este modo tributo a su emblemático director, en ocasión de conmemorarse el décimo aniversario de su fallecimiento.
El lugar escogido para el tributo no podía ser más propicio: la fastuosa Catedral de Salzburgo, ciudad de la cual eran oriundos tanto Karajan como Mozart. La responsabilidad de colocarse al frente de la orquesta, una de las más prestigiosas de todo el mundo, en una ocasión tan particular, quedó en manos de Claudio Abbado, quien deja en claro que tiene lo necesario para ocupar el podio que otrora fuese del director homenajeado.
La selección de los cantantes también fue particularmente cuidada: entre los solistas tenemos a la soprano Karita Mattila y al bajo Bryn Terfel, a quienes se suma el tenor Michael Schade, dueño de una voz por demás interesante, y el Coro de Niños de la Radio Sueca.
Con sus momentos de furia divina devenida luego en una calma esperanzada y hasta festiva, el Requiem de Mozart es una obra de lo más adecuada para la ocasión y los niveles artísticos de esta interpretación son sencillamente perfectos.

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