Cuatro compositores franceses
Bozza-Françaix-Ravel-Franck
El presente programa reúne obras de cámara de cuatro compositores franceses: Eugène Bozza, Jean Françaix, Maurice Ravel y César Franck. El programa inicia con Eugène Joseph Bozza (1905-1991) y sus tres Pièces pour une musique de nuit, para flauta, oboe, clarinete y fagot. Si bien el catálogo de obras de Bozza incluye óperas, ballets, obras sinfónicas y corales, la fama del compositor se basa particularmente en sus numerosas obras camarísticas, para formaciones e instrumentos diversos, aunque se aprecia cierta predilección por la familia de los vientos. Su música de cámara es característica del estilo expresivo y melódico francés del siglo XX.
Sigue el Cuarteto para flauta, oboe, clarinete y fagot de René Jean Désiré Françaix (1912-1997). Dueño de una obra plena de elegancia e ingenio, estudió composición con Nadia Boulanger y posee un repertorio que se acerca a los doscientos opus. Además de distintas piezas solistas, compuso varios conciertos, obras vocales y corales, y también varias obras de cámara para vientos, entre ellas el cuarteto que aquí se presenta. A diferencia de Bozza, que es conocido especialmente en Francia, la obra de Jean Françaix ha tenido más difusión fuera de su país natal.
Escrita como una suite para piano en seis partes, Le tombeau de Couperin, de Maurice Ravel (1875- 1937), es un homenaje musical no solo a François Couperin, sino a través suyo a toda la música barroca francesa. La obra fue escrita casi por completo en 1917, luego de que Ravel fuese apartado por enfermedad del frente de combate, durante su participación en la Primera Guerra Mundial. Cada una de las piezas que integran esta suite está dedicada a un amigo muerto en combate. El carácter apacible de la obra contrasta con el tormentoso contexto de su composición.
El programa cierra con otro trabajo de cámara, el trío concertante para violín, cello y piano Op. 1 Nº 1 de César Franck (1822-1890). En verdad el músico había nacido en Lieja (Bélgica), pero debió adoptar la nacionalidad francesa a sus catorce años para poder ingresar al Conservatorio de París, que no admitía extranjeros. El reconocimiento será casi inmediato, aunque esto no evitó que debiese afrontar años de penuria económica, hasta que logró posicionarse como organista en la Iglesia de San Juan y San Francisco. A partir de entonces el nombre de Frank quedó asociado en parte a este instrumento, pero antes y después hay una gran cantidad de obras que lo revelan como un creador valioso en géneros musicales diversos.
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Cuarteto Bozza: Sofía Salazar Sánchez (flauta), Lucas Martínez Riaza (oboe), José Serrano Campos (clarinete), Willmer Torres Martínez (fagot). Alberto Álvarez García (piano). Grupo Scarlatti de Casa de la Moneda: Sara Valencia Villeta (violín), Eva Arderíus Esteban (cello), Manuel Alonso-Bartol Sánchez (piano).
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Eugène Bozza: Trois Pièces pour une musique de nuit. Jean Françaix: Cuarteto para flauta, oboe, clarinete y fagot. Maurice Ravel: Le tombeau de Couperin. César Franck: Trío concertante para piano, violín y violonchelo en Fa sostenido menor op. 1 núm. 1
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Eugène Bozza; Jean Françaix; Maurice Ravel; César Franck
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75:12
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Auditorio Sony de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, Madrid, España.