Tchaikovsky: Ciclo sinfónico
Sinfonía N° 4 en Fa menor Op. 35
La Cuarta Sinfonía de Tchaikovsky presenta un universo expresivo muy potente. Podría decirse que la obra es el resultado de una confluencia de eventos personales que el compositor representó en su música. Las tensiones se iniciaron en 1876, cuando Tchaikovsky tuvo sus primeros contactos con Nadezhda von Meck, una rica viuda fascinada por su música, que se convirtió en su mecenas. Nunca se conocieron, pero la profundidad emocional de la correspondencia que siguió, en la que Tchaikovsky compartió sus pensamientos más íntimos, definió una relación segura y sin contacto físico. Paralelamente, tuvo lugar su desafortunado matrimonio con Antonina Ivanovna Milyukova, una joven que le envió varias cartas que el músico ignoró, hasta que ella amenazó con suicidarse si él se negaba a conocerla. El músico accedió, pero le explicó que no podía amarla. Por entonces estaba trabajando en simultáneo con esta Cuarta Sinfonía y con la ópera Eugene Onegin. Tchaikovsky estaba tan afectado por el rechazo de Onegin a Tatyana que reconsideró su propia posición hacia Antonina y le ofreció matrimonio, aunque le advirtió que el mismo no llegaría a consumarse. Estas pasiones cruzadas le dieron la base emocional que modela esta gran sinfonía. Según Tchaikovsky, el inicio de la sinfonía representa el Destino, que obstaculiza la felicidad, colgando sobre nuestras cabezas como la espada de Damocles. Este será el eje de todo el trabajo. El resto de la obra está marcada por un programa. Segundo movimiento: "Qué triste pensar cuanto ha sido… Sin embargo, es dulce pensar en la propia juventud." Tercer movimiento: "Caprichosos arabescos revolotean como una fantasía; como si uno hubiera bebido mucho vino... De repente surge el recuerdo de un campesino borracho, una canción de ribaldas." Cuarto movimiento: "Apenas te has olvidado de ti mismo, el Destino, infatigable, anuncia de nuevo su presencia. ¿Sigues diciendo que el mundo está empapado de dolor? No, regocíjate en la felicidad de los demás, y todavía será posible para ti vivir."
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Orchestre de l’Opéra National de Paris
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Philippe Jordan
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Piotr Ilych Tchaikovsky: Sinfonía N° 4 en Fa menor, Op. 35.
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Piotr Ilych Tchaikovsky
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48:35
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Opéra National de Paris – Opéra Bastille