Giuseppe Verdi: Misa da Requiem
MusicaAeterna

Reconocido por su audacia y modernidad, el talentoso director griego Teodor Currentzis presenta su versión de la Misa de Réquiem de Giuseppe Verdi, interpretada en el mismo escenario en el cual la obra se escuchó por primera vez en 1874: la iglesia de San Marcos de Milán. Inspirada por la muerte de un querido amigo, el escritor Alessandro Manzoni, héroe de la unificación italiana, la obra fue calificada en su momento por Hans von Bülow como “una ópera en traje eclesiástico”. En efecto, la imponente instrumentación y los efectos dramáticos afirman los estrechos vínculos de este Réquiem con el arte operístico, del cual Verdi era especialista. La partitura desafía las convenciones tradicionales, destacándose el grandioso Dies Irae de tono apocalíptico, o el increíble diminuendo del Libera me final.

Currentzis asegura que la mayoría de las obras de Verdi están escritas de manera muy distinta de cómo son interpretadas en las grabaciones que el público conoce. Es lo que sucede con esta Misa de Réquiem, cuyas partituras indican algo muy diferente de lo que suele escucharse. "Mi obligación como director no es recrear una grabación, sino interpretar lo que el compositor quiso realmente decir a partir de la partitura", señala. En el caso de esta obra, el director sostiene que Verdi fue muy preciso en su escritura. Y que el compositor italiano compuso este Réquiem para que terminara en un suave pianísimo. "Deliberadamente, Verdi quiso finalizar con una nota de meditación para que, una vez transmitido el mensaje, quedara flotando el silencio". Este mágico silencio es el que queda latiendo sobre el final de esta interpretación sin igual a cargo del ensamble vocal e instrumental MúsicaAeterna.

> VER LISTA DE CONTENIDOS