Tchaikovsky y Brahms
Gustavo Dudamel en Waldbühne

El carismático director venezolano Gustavo Dudamel se presenta al frente de la Orquesta Filarmónica de Berlín, en el marco del tradicional concierto de verano que se lleva a cabo en Waldbühne, uno de los anfiteatros más importantes de Europa.
El programa elegido incluye dos piezas compuestas por Piotr Ilych Tchaikovsky a partir de sendas obras de William Shakespeare, la Fantasía sinfónica "La tempestad" y la Fantasía obertura para "Romeo y Julieta", además de la Primera Sinfonía de Johannes Brahms. Esta última obra suele ser considerada la continuadora directa de la tradición sinfónica beethoveniana, por lo cual es especialmente significativa.
Brahms dedicó unos catorce años a completar esta obra, que finalmente se estrenó hacia fines de 1876. La demora respondió, precisamente, a que ya el público de aquel tiempo había planteado que el compositor de seguro sería el continuador natural de la herencia musical alemana, un desafío que el propio Brahms se sentía incapaz de afrontar dignamente. En un intento por expresar su voluntad de homenajear a Beethoven, Brahms tomó elementos característicos de su lenguaje sinfónico, al punto que su obra fue referida durante mucho tiempo, para disgusto del compositor, que se sentía acusado de plagio, como la Décima Sinfonía de Beethoven.
La celebrada actuación de Dudamel, reconocido ya como una batuta capaz de afrontar los desafíos orquestales más exigentes, se completa con varios encores, entre los cuales se destaca la conocida obertura "Guillermo Tell" de Gioachino Rossini.

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